Sunday, October 27, 2013
El Rey Malo con el Corazon Bueno
Erase una vez un Reino llamado Lieberheim donde vivia un pueblo que se llamaban liebervolk. Lieberheim era muy hermoso y la gente de Liberheim eran muy hermosos tambien. Todo estaba limpio y ordenado, y la gente se pasaba el tiempo cantando y creando musica, danza, arte y artesania. Tambien estudiaban sciencias y misterios y historia. Las bibliotecas de Lieberheim eran las mas completas del mundo entero.
Justo al sur de Lieberheim existia otro Reino llamado Hassenheim. Ahi vivia un pueblo oscuro y malvado que se llamaban a si mismos los Hassenvolk. No teinan Rey, pero eran regidos por un consejo de viejos mercaderes que se aseguraban que su pueblo fuera tonto y lleno de odio. A los que mas odiaban los Hassenvolk era a los Liebervolk por la gran envidia que tenian de ellos. Los Hassenvolk tambien tenian mucho miedo de todas los inventos de los Liebervolk, por que eran demaciado estupidos para usarlos ellos mismos.
Un frio invierno, el Rey de Lieberheim murio de viejo. Su hijo, el Principe Alfredo se convirtio en Rey y le explico a su pueblo que todo seguiria igual. Pero algunas cosas si cambiaron. El Rey Alfredo era un monarcha sabio y lleno de piedad. Queria ayudar a su pueblo a mejorar sus vidas en toda forma. Hiso construir muchas escuelas para los niños, y museos de sciencia y historia y grandes parques zoologicos donde vivian comodamente animales de todo el mundo.
Asi paso el tiempo y los Liebervolk se educaron y aprendieron mucho y nunca estubieron tan felices. Pero los Hassenvolk se volvieron mucho mas sospechosos de los Liebervolk y su nuevo Rey. Los mercaderes que controlaban Hassenheim empezaron a pensar que seria bueno ir a la guerra contra Lieberheim. Y pues, los Hassenvolk se prepararon para la guerra contra Lieberheim.
El Rey Alfredo se dio cuenta del peligro para su gente y decidio actuar antes que los mercaderes. Fue con su ejercito y derroto facilmente a los mercaderes y sus mandatarios. Pero ahora tenia un problema mas complejo en sus manos. Muchos Hassenvolk perdieron sus vidas. Las ciudades de Hassenheim fueron desturidas, y los Hassenvolk tubieron que pedir ayuda de su agresor.
El Rey Alfredo se sentia muy mal de haber invadido Hassenheim. Los habia conquistado totalmente, y pues decidio abrir sus fronteras completamente y hacer de los Hassenvolk ciudadanos de Lieberheim. Y fue justamente por sus sentimientos que el buen Rey Alfredo destruyo su propio pueblo. Los Hassenvolk no estaban listos para vivir con los Liebervolk. Y como ahora podian ir a donde querian en Lieberheim, empezaron a llegar miles y miles de ellos a mejorar sus vidas.
Los Hassenvolk eran un pueblo desesperado y no tenian nada de educacion. Se comieron los animales de los zoologicos, y empesaron a robar y matar. Entendieron rapidamente que los Liebervolk no se defenderian a si mismos por que eran un pueblo gentil y bueno. Pero los Hassenvolk solo sabian odiar, pues es lo que habian aprendido de su gobierno y sus familias.
Los terribles niños de los Hassenvolk se juntaron con los inocentes niños de los Liebervolk y como eran muy violentos y malvados causaron que los Liebervolk se volvieran igual de violentos y malvados para defenderse de ellos.
Los Liebervolk, furiosos con su Rey por permitir este desastre ocurrir, se juntaron en contra del Rey y empezo una terrible guerra civil. Finalmente, los Hassenvolk en Hassenheim, eligieron otro consejo de mercaderes, crearon un ejercito y atacaron Lieberheim, aprovechando la guerra civil para destruir el pais.
Cuando el buen Rey Alfredo vio su ciudad en flamas, se suicido, pues supo que su corazon bueno le dio chance a un pueblo malo para destruir el suyo.
Fay, la Hadita Enojada
Sucede que algunas haditas son muy malhumoradas, y esta es la historia de una de ellas. La hadita se llamaba Fay y vivia en un arbol de higos hechisado en el centro de un bosque petrificado. Su arbol era el unico arbol que no estaba petrificado y ella pasaba todo el dia cantando con los pajaros que hacian ahi sus nidos., y comiendo higos, que compartia con las ardillas que tambien vivian ahi. Generalmente, Fay era una hadita muy agradable, y usaba su magia para crear hermosos dibujos con las nubes y hacer bella musica con el sonido de las gotas de rocio que caian en las mañanas heladas. Pero como todas las hadas, Fay era mucho mas poderosa de lo que le interesaba saber. Y tenia un temperamento muy malo.. Aguas!
Un buen dia, llego al bosque un enanito. En su brazo isquierdo, cargaba una enorme hacha de dos filos. Tenia una gran barba roja que sostenia con su cinturon y un par de enormes botas de cuero. Cantaba una cancioncita al caminar.
- Y hacha es vieja y oxidada, oxidada, oxidada
y no se como pero tengo que cortar este arbol con mi hacha oxidada oxidada...
En el momento en que el enanito llego al arbol de Fay, empezo a cortarlo con su hacha.. Chop, chop, chop.
No es necesario decirles que Fay entro en panico! Y pues, volo abajo a donde estaba el pequeño enanito y dijo:
-Disculpe usted, señor enano, pero a cortar mi arbol quien lo invito?
¿No sabe usted que aqui vivo? ¡y mejor detengase antes que yo de aqui lo quito!
A todo esto el enano respondio:
-Señorita hadita por favor comprendame,
que en cortar este arbol me es necesario, ¡entiendame!
He de calentar mis viejos huesos...
Que parecen ya roidos por sabuesos..
Espero que este viejo enano
no le paresca demaciado marrano..
Hay una casa al borde del bosque verde...
Y calentarla no tiene pierde...
Pero Fay no era una hadita rasonable, y sin demora o pensamiento, conjuro un hechiso terrible y, no me da temor decirles, convirtio al enanito en piedra.
Pero eso no fue el fin de todo esto.. Todavia estaba demaciado enojada para sentarse tranquila, y pues, volo con sus alitas al fin del bosque y ahi vio una pequeña casita (que parecia modesta para un raton), y supo de inmediato que quien fuera la persona que ahi vivia, habia enviado al enano a crotar su arbol.. Y pues avento otro terrible hechiso y adentro de la casita, y alrededor, empezaron a crecer unas horribles plantas llenas de venenosas espinas... Y Fay escucho los gritos de dolor que salieron de la casa, y vio a dos niñitos saliendo de la casa, todos heridos y envenenados de las espinas. Y ambos cayeron al suelo, llorando.
Fay se sintio muy mal. No tenia la intencion de lastimar nños, solo estaba enojada que el enanito trato de cortar su arbol. Pero al ver a los niños ahi tirados, se sintio muy arrepentida de lo que habia hecho.
Y pues, agarro a los chiquitines en sus brazos, un niño en su isquierda y una niña en su derecha, y volo con ellos a la luna, donde los poderes curativos de la luna arreglaron el daño causado por las terribles espinas. Y luego, regreso con ellos, y con otro hechiso, convirtio su casita en un hermoso castillo de cristal.
Los niños se sorprendieron mucho, no sabiendo quien les habia causado tanto dolor antes. Y pues, les gusto mucho el castillo que Fay les habia hecho. Pero habia un gran problema. El castillo estaba muy frio, y pues la hadita regreso a su arbol de higos y volvio el enano de piedra a la vida de carne y hueso. Le dijo que podia cortar su arbolito, y en el momento en que el enano lo hiso, le tiro un poco de polvo de hadas al arbol caido, y este empezo a volar hasta el castillo de los niños, donde sirvio para un gran fuego que duro todo el invierno, pues era el fuego del amor.
Selwyn y su Hermana la Fantasma
Erase una vez, vivia un erudito y sus dos hijos en la gran bibliteca de un pequeño pueblo por nombre Lachenburg. El viejo erudito era muy querido por todos en el pueblo, y se decia que conocia todos los secretos del universo. Tenia muchisimos años de edad y su esposa habia muerto hace mucho. Sus niños, en cambio, eran jovenes y llenos de vida, y amaban a su padre muchisimo. Su hijo mayor era Selwyn, y su hija menor se llamaba Elayne. Selwyn y Elayne pasaban el tiempo leyendo grandes libros para su padre quien ya estaba perdiendo la vista en su avanzada edad. Les gustaba mucho leerle a su padre, pues traian a la vida las palabras de los viejos libros polvorientos.
Eventualmente, el viejo murio de vejez, y Selwyn y Elayne se quedaron solitos con todos los viejos libros. Selwyn y Elayne no se sorprendieron cuando su padre murio, pues hacia rato que estaba bastante enfermo, y tenian muy en mente que lo perderian algun dia. Y aun que su padre habia muerto, tenian el uno al otro, y siguieron leyendo libros en voz alta el uno al otro como si su padre nunca hubiera muerto. Muchas fueron las maravillas que leyeron los hermanos juntos, y no habia fin a los libros por leer. Los hermanos eran dichosos con sus vidas.
Un dia, Elayne subio una gran escalera para agarrar un libro nuevo sobre espiritus y fantasmas. Cuando llego al ultimo escalon, una distancia considerable sobre el suelo, perdio su equilibrio y se cayo, rompiendose el cuello. Murio ahi, instantaneamente y su espiritu subio al paraizo con su padre.
El pobre Selwyn entro al cuarto y la encontro muerta, tirada en un monton de libros con la escalera a un lado, Azotado por la tristeza, Selwyn corrio a su lado y puso su cabezita en sus brazos. No queria admitir que estaba muerta, y se sento ahi a su lado por muchos dias. No comia y no tomaba agua. Tampoco podia dormir. Eventualmente, la sed y el cansancio lo jalaron a otro lado, y supo que tendria que sepultarla. Pero sintio que no podria hacerlo. Y pues, en vez de sepultarla, la puso en su cama, como si estubiera dormida. Y finalmente, pudo dormir a su lado.
En sus sueños, soño sobre un libro muy especial de pociones alquimicas. Ahi en ese libro habia una pocion especial para regresar su hermana a la vida. Cuando desperto, fue directamente a donde encontraria el libro magico.
Y extrañamente, el libro estaba realmente ahi, como lo vio en su sueño. Un libro enorme cubierto en cuero negro, y escrito en un lenguaje casi olvidado hecho con runas antiguas. Pero Selwyn pudo entender las runas sin ningun problema. Sin perder el tiempo, Selwyn empezo las preparaciones para la pocion magica. Y cuando habia terminado de buscarlas, empezo a cantar las palabras magicas que el libro le dictaba.
Al final de su encantamiento, alguien golpeo la puerta de su recamara.
Selwyn sabia que solo podia ser una persona. Brinco a abrir la puerta y abrazar a su hermana Elayne. Pero se le olvido completamente que el cuerpo de su hermana estaba todavia ahi, en la cama, donde lo habia dejado. Cuando abrio la puerta, lloro con alegria, pues ahi estaba su hermana Elayne, con un libro bajo su brazo y una sonriza radiante como el sol.
Lleno de gozo, Selwyn trato de abrazar a su hermana, pero para su horror, sus brazos pasaron atravez de ella como si estubiera hecha de humo. ¡Su hermana era un fantasma!
Al principio, esto asusto mucho a Selwyn, y trato de cubrir su rostro con sus manos... pero fue entonces que el fantasma empezo a hablar con una voz triste...
-mi hermano amado, soy yo tu hermana, Elayne. Me llamaste de mas alla de la tumba, y he llegado a llevarte conmigo.-
Escuchando la voz de su hermana, Selwyn perdio el miedo y dijo:
-Pero el pocimo que prepara tenia que traerte de regreso a la vida, y ¿por que has regresado como un fantasma?-
Dijo el fantasma:
-La alquemia que preparaste si me trajo a la vida, y ahora estoy en limbo, ni aqui, ni alla. Tu deseo de tenerme contigo me ha hecho un fantasma, y ahora estoy infinitamente fria y sola, y por eso debes venir conmigo. -
Selwyn dijo:
-Lo ultimo que quise era hacerte daño. Pero no es justo que mueras, pues no puedo vivir sin ti.-
Dijo el fantasma:
-Pues no viviras sin mi.-
El fantasma beso a su hermano en la frente y con ese frio beso de ultratumba, le quito la vida.
El Fin.
El Caballero Torich y la Dama Feige
De todas las princesas de todos los pueblos de todos los tiempos, ninguna vivia mas bella que la doncella Feige. La niña mas perfecta, tenia los ojos azules y redondos, los labios rojos y llenos y su pelo del color de dorada miel. Pero por glamorosa y hermosa que era por fuera, por dentro su corazon avaro y terrible. Nada disfrutaba mas que su enorme riqueza, sus piedras preciosas, perlas, oro, y los muchos otros regalos que sus muchos pretendientes le traian. Y aun asi, ningun regalo fue suficiente para ella o para ser merecedor de su mano en matrimonio, y por esa razon, la doncella Feige permanecia soltera.
Un buen dia, de un reino distante, llego un caballero a pedir la mano de la doncella Feige. Su nombre era Sir Torich, y era un joven muy apuesto, con largo pelo negro, ojos verdes contrastantes y su bigote bien portado, su sonrisa, contagiosa y perpetua. Llego equipado de varios regalos, como exoticos esclavos de junglas lejanas, joyas preciosas, pavoreales en los cientos y la promeza de un reino diez veces mas grande que el de la doncella Feige.
El galante Sir Torich le rogo a la doncella Feige de permitirle cortejarla, pero ella no tendria nada que hacer con el. Le destrozo el corazon, y el le pregunto a ella que si hubiera algo que pudiera hacer para hacerle cambiar de opinion. Estaba despiadadamente enamorado de ella, y si no pudiera obtener su mano, seguramente moriria.
No deseando realmente hacerle correr, y viendo que efectivamente estaba muy enamorado el, la doncella Feige le dijo:
-SI es verdad que usted me ama tanto como proclama, debe comprobarlo haciendo cualquier cosa que yo le pida. Si usted me da tres cosas que le pido, con gusto le dare mi mano en matrimonio.-
Sir Torich, estaba muy contento. De todos los pretendientes de la doncella, solo el tenia la manera de conquistarla.
-Divina y illuminadora doncella, no he de fallarle, pidame lo que sea, y yo he de conseguirlo para usted.-
Y dijo la doncella Feige:
-Son tres los regalos que le requiro, caballero: el corazon de un dragon, la olla de oro al fin del arcoiris, y las alas de un anjel.-
El caballero Torich estaba sorprendido. Seguramente nunca podria conseguir estas tres maravillas. Nunca habia visto un dragon, mucho menos matar uno. Nunca habia visto el fin del arcoiris, y nadia sabia donde estaba, y que finalmente, entendia el terrible pecado que seria matar un angel para conseguir sus alas. Seguro mereceria el infierno mas bajo por hacerlo.
-Mi querida doncella, lo que usted me pide es realmente grande, pero bien sabe usted que si no puedo tenerle, seguramente morire. Aun asi, lo que me pide es mi muerte, y un asi, estoy obligado a buscarle sus tesoros, pues le amo mas que la vida, y el mismo infierno he de aventurar por usted.-
Dicho esto, Sir Torich se fue con mucha prisa. No quiso mirar atras. Si lo hubiese hecho, hubiese visto que la doncella Feige estaba derramando una sola lagrima de un ojo.
No sabiendo donde buscar las maravillas que la doncella Feige le habia pedido, el caballero Torich decidio consultar con el hombre mas sabio del reino, un anciano hechisero de nombre Om. Om escucho con gran paciencia el relato del caballero y despues de mucho meditarlo, le dijo:
-Lo que dices es verdad, y si no consigues la mano de la doncella Feige moriras, y solo por eso estoy obligado a decirte donde estan las maravillas que buscas. Pero has de saber esto; por mi ayuda en esta tarea, he de pedirte que me des tu ojo isquierdo. -
El caballero acepto y el brujo Om le dijo donde encontrar un dragon, el fin del arcoiris y un anjel. Despues, el hechisero saco un cuchillo afilado y le saco el ojo izquierdo de un solo golpe.
El caballero Torich entonces fue al reino de las serpientes, donde vivia un gran dragon, y rey de todas las serpientes. Una criatura noble llena de sabiduria y amor por su pueblo. Sir Torich y el dragon platicaron de muchas cosas antes que el caballero le confiara la verdadera razon de su visita.
-Me entristece mucho su peticion, Sir Torich..- dijo el dragon - pues esperaba que venia usted como amigo, pero parece que tendremos que pelear, pues si usted desea mi corazon, yo no deseo estar muerto.-
El caballero Torich saludo al dragon y saco su espada. Una gran batalla siguio, y Sir Torich logro matar al dragon, pero con su ultimo aliento, el dragon logro morder la pierna de Sir Torich, arrancandola. Sir Torich arranco el corazon del dragon, y fuee su gran sorpreza descubrir que se trataba de un gigantesco diamante. El mas grande jamas visto.
Luego, Sir Torich fue al pueblo de los Leprechauns, que vivian donde termina el arcoiris. Cuado llego ahi, lo que vio fue increible: un hermoso lago de luz, donde llegaba una cascada de colores que salia del cielo. Cierto que no era el fin del arcoiris, sino mas bien su principio. Asercandose, encontro una gigantesca olla llena de monedas de oro, el mas brilloso que jamas habia visto.
El caballero tomo el caldero sobre sus hombros y empezo a caminar de regreso, algo mas dificil por el hecho que ahora tenia una pata de palo, que por el peso del caldero, amenazaba con romperse. Y con su ojo tapado por un parche, pues no podia ver tanto como antes. Pero justo cuando estaba saliendo, alguien le llamo:
-¡Alto! ¡Ladron! -
Sir Torich bajo el caldero y saco su espada, listo para pelear con quien llegara. Pero lo que encontro fue un hombrecito, del tamaño de una ardilla, vestido completamente de verde, fumando una enorme pipa mas grande que el mismoy amenazandole con un trebol de cuatro hojas.
En vez de pelear, Sir Torich hablo con el y le conto sobre su mission. El duendecillo le dijo que por que le caia bien, le dejaria llevarse el oro, pero le costaria su otro ojo. Y habiendo dicho esto, el leprechaun froto su trebol y desaparecio. Pero el pobre caballero no pudo ver nada de eso, pues ahora estaba completamente ciego.
El caballero Torich ahora tenia dos de las maravillas que la doncella Feige requeria. Pero el tercer regalo era realmente el mas dificil. Pero Sir Torich no se rindio. Fue donde Dios le dijo a Issac que debia sacrificar su unico hijo. Fue llevado ahi por sus guardias reales, pues no solo estaba ciego pero solo tenia una pierna. Ahi, rezo y rezo por su angel. Y finalmente, su propio Angel Guardian llego con el del cielo.
-Pobre Torich, ¿No sabes acaso que este es el camino equivocado? Ahora has asesinado una criatura noble, y robado de un espiritu bueno su oro. Y ahora, para peor, ¡deseas llevarte las alas de tu propio angel guardian!-
Pero el caballero Torich estaba sumamente firme en su amor por la doncella Feige, y le dijo al angel que su vida y su alma no significaban nada si no podia amar a su señora.
-Entonces, podras llevarte mis alas, pero debes saber que la mano de aquel que se lleva las alas de un angel se pudre, y no sera permitido entrar en las puertas del paraiso.-
Y dicho esto, desaparecio el angel pero donde habia estado quedaron dos hermosas alas blancas atadas la una a la otra con un cordon dorado. En su ceguera, Sir Torich se bajo de rodillas y empezo a buscar con sus manos por el suelo para encontrar las alas. Finalmente, toco las alas con su mano derecha, y un terrible dolor se apodero de el ahi. No podia sentir su brazo. Se habian podrido completamente con gangrena y ahora no era mas que un muñon.
Sir Torich llamo a sus guardias leales a llevar los tres regalos a la doncella Feige, sabiendo que su apariencia habia cambiado un poco. No queria llegar a darle un susto a su amada. Pero cuando los regalos llegaron a la doncella, ella exijio verle, y salio corriendo al jardin donde el esperaba.
Pero en vez de econtrar un apuesto principe, la doncella encontro un pobre invalido con un solo brazo, una sola pierna y sin ojos. Sir Torich pregunto:
-Brillante doncella, ¿es usted? ¿Ha llegado a saludar al que pronto sera su esposo?-
Con lagrimas en sus ojos por el hombre que alguna vez fue, la doncella Feige dijo:
- ¿Como puede usted, un cojo, ciego, invalido maltrecho pedir mi mano en matrimonio? ¿No entiende usted que jamas podria amar uno tal como usted? Solo pude usted traer mi miseria y dolor. -
Regreso a su castillo y ordeno que los imposibles regalos le fueran regresados al dueño. Insensato con tristeza, Sir Torich saco su espada y se la enterro en su propio corazon. Verdaderamente, jamas podria vivir sin el amor de la doncella.
Un buen dia, de un reino distante, llego un caballero a pedir la mano de la doncella Feige. Su nombre era Sir Torich, y era un joven muy apuesto, con largo pelo negro, ojos verdes contrastantes y su bigote bien portado, su sonrisa, contagiosa y perpetua. Llego equipado de varios regalos, como exoticos esclavos de junglas lejanas, joyas preciosas, pavoreales en los cientos y la promeza de un reino diez veces mas grande que el de la doncella Feige.
El galante Sir Torich le rogo a la doncella Feige de permitirle cortejarla, pero ella no tendria nada que hacer con el. Le destrozo el corazon, y el le pregunto a ella que si hubiera algo que pudiera hacer para hacerle cambiar de opinion. Estaba despiadadamente enamorado de ella, y si no pudiera obtener su mano, seguramente moriria.
No deseando realmente hacerle correr, y viendo que efectivamente estaba muy enamorado el, la doncella Feige le dijo:
-SI es verdad que usted me ama tanto como proclama, debe comprobarlo haciendo cualquier cosa que yo le pida. Si usted me da tres cosas que le pido, con gusto le dare mi mano en matrimonio.-
Sir Torich, estaba muy contento. De todos los pretendientes de la doncella, solo el tenia la manera de conquistarla.
-Divina y illuminadora doncella, no he de fallarle, pidame lo que sea, y yo he de conseguirlo para usted.-
Y dijo la doncella Feige:
-Son tres los regalos que le requiro, caballero: el corazon de un dragon, la olla de oro al fin del arcoiris, y las alas de un anjel.-
El caballero Torich estaba sorprendido. Seguramente nunca podria conseguir estas tres maravillas. Nunca habia visto un dragon, mucho menos matar uno. Nunca habia visto el fin del arcoiris, y nadia sabia donde estaba, y que finalmente, entendia el terrible pecado que seria matar un angel para conseguir sus alas. Seguro mereceria el infierno mas bajo por hacerlo.
-Mi querida doncella, lo que usted me pide es realmente grande, pero bien sabe usted que si no puedo tenerle, seguramente morire. Aun asi, lo que me pide es mi muerte, y un asi, estoy obligado a buscarle sus tesoros, pues le amo mas que la vida, y el mismo infierno he de aventurar por usted.-
Dicho esto, Sir Torich se fue con mucha prisa. No quiso mirar atras. Si lo hubiese hecho, hubiese visto que la doncella Feige estaba derramando una sola lagrima de un ojo.
No sabiendo donde buscar las maravillas que la doncella Feige le habia pedido, el caballero Torich decidio consultar con el hombre mas sabio del reino, un anciano hechisero de nombre Om. Om escucho con gran paciencia el relato del caballero y despues de mucho meditarlo, le dijo:
-Lo que dices es verdad, y si no consigues la mano de la doncella Feige moriras, y solo por eso estoy obligado a decirte donde estan las maravillas que buscas. Pero has de saber esto; por mi ayuda en esta tarea, he de pedirte que me des tu ojo isquierdo. -
El caballero acepto y el brujo Om le dijo donde encontrar un dragon, el fin del arcoiris y un anjel. Despues, el hechisero saco un cuchillo afilado y le saco el ojo izquierdo de un solo golpe.
El caballero Torich entonces fue al reino de las serpientes, donde vivia un gran dragon, y rey de todas las serpientes. Una criatura noble llena de sabiduria y amor por su pueblo. Sir Torich y el dragon platicaron de muchas cosas antes que el caballero le confiara la verdadera razon de su visita.
-Me entristece mucho su peticion, Sir Torich..- dijo el dragon - pues esperaba que venia usted como amigo, pero parece que tendremos que pelear, pues si usted desea mi corazon, yo no deseo estar muerto.-
El caballero Torich saludo al dragon y saco su espada. Una gran batalla siguio, y Sir Torich logro matar al dragon, pero con su ultimo aliento, el dragon logro morder la pierna de Sir Torich, arrancandola. Sir Torich arranco el corazon del dragon, y fuee su gran sorpreza descubrir que se trataba de un gigantesco diamante. El mas grande jamas visto.
Luego, Sir Torich fue al pueblo de los Leprechauns, que vivian donde termina el arcoiris. Cuado llego ahi, lo que vio fue increible: un hermoso lago de luz, donde llegaba una cascada de colores que salia del cielo. Cierto que no era el fin del arcoiris, sino mas bien su principio. Asercandose, encontro una gigantesca olla llena de monedas de oro, el mas brilloso que jamas habia visto.
El caballero tomo el caldero sobre sus hombros y empezo a caminar de regreso, algo mas dificil por el hecho que ahora tenia una pata de palo, que por el peso del caldero, amenazaba con romperse. Y con su ojo tapado por un parche, pues no podia ver tanto como antes. Pero justo cuando estaba saliendo, alguien le llamo:
-¡Alto! ¡Ladron! -
Sir Torich bajo el caldero y saco su espada, listo para pelear con quien llegara. Pero lo que encontro fue un hombrecito, del tamaño de una ardilla, vestido completamente de verde, fumando una enorme pipa mas grande que el mismoy amenazandole con un trebol de cuatro hojas.
En vez de pelear, Sir Torich hablo con el y le conto sobre su mission. El duendecillo le dijo que por que le caia bien, le dejaria llevarse el oro, pero le costaria su otro ojo. Y habiendo dicho esto, el leprechaun froto su trebol y desaparecio. Pero el pobre caballero no pudo ver nada de eso, pues ahora estaba completamente ciego.
El caballero Torich ahora tenia dos de las maravillas que la doncella Feige requeria. Pero el tercer regalo era realmente el mas dificil. Pero Sir Torich no se rindio. Fue donde Dios le dijo a Issac que debia sacrificar su unico hijo. Fue llevado ahi por sus guardias reales, pues no solo estaba ciego pero solo tenia una pierna. Ahi, rezo y rezo por su angel. Y finalmente, su propio Angel Guardian llego con el del cielo.
-Pobre Torich, ¿No sabes acaso que este es el camino equivocado? Ahora has asesinado una criatura noble, y robado de un espiritu bueno su oro. Y ahora, para peor, ¡deseas llevarte las alas de tu propio angel guardian!-
Pero el caballero Torich estaba sumamente firme en su amor por la doncella Feige, y le dijo al angel que su vida y su alma no significaban nada si no podia amar a su señora.
-Entonces, podras llevarte mis alas, pero debes saber que la mano de aquel que se lleva las alas de un angel se pudre, y no sera permitido entrar en las puertas del paraiso.-
Y dicho esto, desaparecio el angel pero donde habia estado quedaron dos hermosas alas blancas atadas la una a la otra con un cordon dorado. En su ceguera, Sir Torich se bajo de rodillas y empezo a buscar con sus manos por el suelo para encontrar las alas. Finalmente, toco las alas con su mano derecha, y un terrible dolor se apodero de el ahi. No podia sentir su brazo. Se habian podrido completamente con gangrena y ahora no era mas que un muñon.
Sir Torich llamo a sus guardias leales a llevar los tres regalos a la doncella Feige, sabiendo que su apariencia habia cambiado un poco. No queria llegar a darle un susto a su amada. Pero cuando los regalos llegaron a la doncella, ella exijio verle, y salio corriendo al jardin donde el esperaba.
Pero en vez de econtrar un apuesto principe, la doncella encontro un pobre invalido con un solo brazo, una sola pierna y sin ojos. Sir Torich pregunto:
-Brillante doncella, ¿es usted? ¿Ha llegado a saludar al que pronto sera su esposo?-
Con lagrimas en sus ojos por el hombre que alguna vez fue, la doncella Feige dijo:
- ¿Como puede usted, un cojo, ciego, invalido maltrecho pedir mi mano en matrimonio? ¿No entiende usted que jamas podria amar uno tal como usted? Solo pude usted traer mi miseria y dolor. -
Regreso a su castillo y ordeno que los imposibles regalos le fueran regresados al dueño. Insensato con tristeza, Sir Torich saco su espada y se la enterro en su propio corazon. Verdaderamente, jamas podria vivir sin el amor de la doncella.
El Surigato y el TIgre
Hay un lugar donde los animales hablan y caminan como toda la gente. Ese lugar se encuentra atras de las sombras de los sueños y por debajo de la musica de las canciones de los poetas. Es un lugar muy hermoso y especial llamado el Mundo de las Sombras. Para llegar ahi, lo que tienes que hacer es cerrar los ojos y hacer un deseo antes de ir a dormir. Esta historia que voy a contarte sucedio ahi.
Ahi vivia un surigato de nombre Bors que siempre quiso ser un tigre. Bors le tenia un poco de miedo a los tigres, pero los admiraba mucho por su fuerza y agilidad y rapidez y gran tamaño. Bors pensaba que su destino era ser un tigre, pues despues de todo, tenia pelo amarillo, era un gran cazador y un gato tambien.
Muchas veces, Bors pretendia ser tigre, rugiendo y achechando en el bosque. Esto ciertamente se veia much chistoso, pues realmente, Bors solo hera un pequeño surigato ridiculo. Cada vez que quiso parecer temible y feroz, lo mas absurdo que parecia.
Ahora un dia, cuando andava el surigato achechando en el bosque, se encontro con un tigre de verdad. Y este era un tigre impresionante, con enormes dientes y terribles garras y dos hermosos ojos azules que parecian estallar en llamas. Cuando el surigato vio el tigre, se alegro mucho. Se acerco lo mas que pudo a la magnifica bestia, deseando poder ver cada pequeño detalle, cada uña, diente y raya.
Verdaderamente, el tigreera una criatura impresionante. Musculoso y maravilloso. Un ser creado para la cazeria. Una maquina de matar. El pobre surigato no pudo contenerse y camino derechito a saludar al tigre.
-Su divina eminencia, por favor, ¡enseñeme a ser un tigre como usted!- suplico.
La respuesta del tigre fue devoralo de una sola mordida.
-Aver si asi aprendes.- replico el tigre.
Ahi vivia un surigato de nombre Bors que siempre quiso ser un tigre. Bors le tenia un poco de miedo a los tigres, pero los admiraba mucho por su fuerza y agilidad y rapidez y gran tamaño. Bors pensaba que su destino era ser un tigre, pues despues de todo, tenia pelo amarillo, era un gran cazador y un gato tambien.
Muchas veces, Bors pretendia ser tigre, rugiendo y achechando en el bosque. Esto ciertamente se veia much chistoso, pues realmente, Bors solo hera un pequeño surigato ridiculo. Cada vez que quiso parecer temible y feroz, lo mas absurdo que parecia.
Ahora un dia, cuando andava el surigato achechando en el bosque, se encontro con un tigre de verdad. Y este era un tigre impresionante, con enormes dientes y terribles garras y dos hermosos ojos azules que parecian estallar en llamas. Cuando el surigato vio el tigre, se alegro mucho. Se acerco lo mas que pudo a la magnifica bestia, deseando poder ver cada pequeño detalle, cada uña, diente y raya.
Verdaderamente, el tigreera una criatura impresionante. Musculoso y maravilloso. Un ser creado para la cazeria. Una maquina de matar. El pobre surigato no pudo contenerse y camino derechito a saludar al tigre.
-Su divina eminencia, por favor, ¡enseñeme a ser un tigre como usted!- suplico.
La respuesta del tigre fue devoralo de una sola mordida.
-Aver si asi aprendes.- replico el tigre.
Earling, Elfrida y la Flor mas Bella
Un hermoso dia de verano, Earling, la princesa elfa de toda la musica en todo el mundo volo de su bello castillo en las nubes convirtiendose en una palomita blanca. Elfrida se podia convertir en cualquier animal que quisiera, y convertirse en paloma era de sus juegos favoritos.
Elfrida volo y volo por todas partes sobre el enorme bosque bajo su castillo en las nuves, y finalmente aterrizo en una pastosa llanura al lado de un pacifico lago, y ahi se convirtio nuevamente en una bella doncella.
Sentose ahi, al lado del lago, sobre una gran roca, y saco su harpa hecha de los pelos de los ageles. Ahi toco con su harpa hermosos acordes y melodias, y para su gran sorpreza, derepente, ahi en frente de ella, crecio una gran flor en el pasto.
Elfrida jamas habia visto una flor tan bella como esta. Los petalos largos y suaves, como las cabezas de bebes recien nacidos, y los colores siempre cambiaban, azul, violeta, rosa, rojo, amarillo... y algunos colores Elfrida nunca habia visto antes. Y adentro de la flor, Elfrida vio lo que parecian gemas preciosas, radiando amor y luz.
Elfrida estaba tan mesmerizada con la belleza de la flor, que dejo su harpa en el pasto y se sento ahi, por horas y horas para ver la flor, y el sol bajo y llego la noche brilliante y calmada, y Elfrida, pensando que su hermano se preocuparia mucho por ella, agarro su harpa, se convirtio nuevamente en una paloma, y regreso al castillo sobre las nubes.
En efecto, Earling, el gemelo de Elfrida y principe de toda la musica en todos lados estaba muy preocupado por su hermana cuando cayo la noche y ella no reggresaba. Estaba apunto de convertirse en un buho y ir a buscarla cuando una palomita blanca aterrizo por sus pies y se convirtio en Elfrida. Las preocupaciones de Earling pronto se disiparon.
Esa noche, cenando frutas exoticas, pan de petalos de rosa y miel dorada, Earling y Elfrida platicaron sobre los asuntos del dia.
Earling pregunto: -¿Por que regresaste despues de que el sol ya habia bajado? Tu costumbre es regresar antes del sol baje. -
Y Elfrida, que no habia probado bocado alguno, dijo en una voz extraña y soñadora: - Hoy, la flor mas bellas crecio bajo mis pies cerca de las aguas de un lago en el pasto del bosque y gracias a la musica de mi harpa.-
Earling dijo: -¿Pero por que te ha detenido esta flor?-
Elfrida respondio: -Por qu enunca he visto una flor mas bella, y quise admirarla todo el tiempo que pudiera.-
Earling conocia suficientemente a su hermana para entender que algo no andaba bien. Ella no habia comido nada toda la noche, y algo en la manera de hablar no sonaba bien, pero Earling no pudo decir exactamente que. Sin saver que decir, Earling como el resto de su cena en silencio. Luego, los gemelos se fueron a dormir.
La mañana siguiente, cuando Earling le trajo a Elfrida su vaso diario de leche de cabra, cosa que hacia todas las mañanas para despertarle, se dio cuenta que ella se habia ido. Esto preocupo mucho a Earling pues ella nunca salia sin primero avisarle.
Earling se convirito en un gran Buho y volo por la ventana del castillo a buscar a su hermana. Pensando en la conversasion sobre la cena de anoche, Earling volo directamente al la orilla del lago donde la flor mas bella habia aparecido el dia anterior.
Y cuando llego al lago, vio algo terrible. Su hermana estaba ahi, como si muerta, al lado de la flor mas bella, sobre el pasto verde y suave. Aterrizo ahi y se convirtio en un caballero rapidamente, y fue al lado de su hermana. Para su deleite, no estaba muerta ella, pero si llorando desconzoladamente. Sus lagrimas lastimavan mucho a su hermano.
-¿Por que lloras, dulce hermana?- pregunto el.
Entre lagrimas ella explico: - Lloro por que si corto esta flor para llevarmela a casa, tendra solo un poco de vida y morira. Pero si no me la llevo conmigo, yo he de marchitarme pensando que esta tan lejos de mi, pues seguramente esta es la flor mas bella de todas las flores.-
Precoupado, Earling le pregunto: -¿Verdaderamente no puedes vivir tan lejos de esta flor?-
Ella respondio: -Si no puedo ver esta flor cerca de mi dia y noche, he de vivir en gran miseria.-
Y pues, sin mas pensarlo, Earling saco un afilado cuchillo de su bota, y corto la flor, tirandola tan lejos como pudo en las azules aguas del lago.
Elfrida miro en sorpreza como la flor mas bella se sumergia en las profundas aguas del lago, para nunca mas ser vista. Se volteo enfurecida a ver a su hermano y dijo: -Me as quitado lo que mas atesoraba. ¿Por que? ¿Sabes acaso cuando me duele eso?-
Pero su hermano tomo sus manos en las suyas y respondio: -Tu dijiste que si no podias ver la flor mas bella dia y noche te marchitarias pensando que esta lejos de ti. Esto no puedo tolerarlo, pues verte marchitandote de tristeza me mataria. La flor mas bella es solo una flor, y no dejare que te marchite.-
Y Earling y Elfrida regresaron al castillo en las nubes y ahi, el le canto una bellizima cancion de despedida a las flor mas bella, y uso la misma harpa que uso Elfrida y todos los pajaros de ahi lo acompañaron en su cancion.
Y cuando canto esto, otra flor, mas bella que la primera aparecio a los pies de Elfrida, y luego otra mas, y otra, y otra mas. Y en poco tiempo, un jardin entero de las flores mas bellas crecio bajo los pies de Elfrida, y su esplendor era tan inmenso que el sol parecia brillar mas fuerte.
Y Earling le dijo a Elfrida: -Verdaderamente, solo el amor, y el amor solamente puede hacer estas flores crecer.-
Y Elfrida respondio: -Y ahora se que tonta fui en valorar algo mas que mi amor por ti.-
Earling, Elfrida y la Muerte
Durante la noche mas larga del invierno,
Cuando todos los pajaros y los peces,
Y los animales del bosque duermen,
Durante la noche en la hora de las brujas que es la medianoche,
La Muerte salio a pasear en las nubes,
Volando en su palido caballo de ojos de fuego.
La Muerte, con sus manos esqueleticas y su oz afilada
Buscaba alguien aun despierto con quien pasar la larga noche de invierno.
Y asi fue que Earling, el principe elfico
De toda la musica
Caminaba esa noche cantandole a los pajaros dormidos,
Pues asi recordarian las canciones en la mañana
Y las cantarian para que todos las pudieran escuchar.
Y cuando La Muerte se econtro con Earling, le dijo:
-Ven conmigo, pues estoy sola esta noche
Y deseo tu compañia.-
Pero Earling le contesto a La Muerte:
-Mi hermana me espera en casa, y no puedo acompañarte,
No debo tardarme, pues en cuanto el Sol brille,
Ella llamara mi nombre.-
Pero la Muerte no sera negada, y soplo
Su aliento en la cara de Earling
Y Earling murio.
Y la Muerte tomo su mano, y ambos
Fueron al paraiso.
Pero en el paraiso, Ealring lloro lastimosamente,
Y su llanto desperto a su hermana.
Cuando Elfrida desperto, llamo su nombre:
-Earling, Earling, ¿donde estas?-
Y Ealring no pudo responder.
Elfrida fue al bosque
A buscar a su hermano.
Y ahi lo encontro, descansando en el suave pasto
Pero su alma ya no estaba, y solo quedaba su cuerpo
Pues estaba muerto.
Cuando lo vio muerto, Elfrida lloro con gran tristeza.
No podia soportar el terrible dolor en su corazon.
Se acosto a su lado y murio.
Y fue al paraiso, pues su corazon era puro y hermoso como el de Earling.
En en paraiso, Earling y Elfrida juntaron sus manos y cantaron
Una cancion muy triste pues amaban la vida mucho.
Y todavia habia mucho que tenian que hacer juntos.
La Muerte vino con Elfrida y dijo:
-No es tu tiempo todavia, y debes regresar.
No puedo dejar que te quedes aqui, pues no te he llamado.-
Y Elfrida respondio:
-Tu trajiste a mi hermano aqui por que estabas sola.
Pero debes saber que si me haces regresar,
Solamente morire de nuevo,
De un corazon roto
Pues amo a mi hermano mucho,
Y no puedo vivir sin el.-
Y la Muerte dijo:
-Si tu sacrificaras tu propia vida por tu hermano
Pues me doy cuenta que no tengo derecho
De traerlo aqui,
Pues en traerlo a el,
Te traigo a ti,
Y tu hora no ha llegado.-
Y dicho esto, la Muerte mando a Earling y Elfrida de regreso al mundo de los vivos,
Donde vivirian muchos años mas.
El Monstruo Bajo la Cama que Tenia miedo del Llanto de los Niños
Hace una vez, una niña de nombre Tabitha lloraba todas las noches solita por que savia que habia un monstruo bajo su cama. Tenia mucho miedo de dormirse, pues pensaba que el monstruo saldria de su cama a devorarsela. Sus papas le dijeron que si lloraba mas antes de dormir, ya no le darian de cenear antes de dormir, y pues ella intento lo mejor que pudo de llorar quedito para que sus papas no la escucharan.
Pero seguro como el crepusculo, todas las noches, cuando las luces de su cuarto eran apagadas, Tabitha escucharia pequeños ruidos bajo la cama, y no queriendo que supieran sus papas, esconderia su cabecita bajo la cobija y lloraria silenciosamente con pequeños quejiditos. Pasaria cada minuto depues de que apagaban las luces suplicandole al monstruo bajo su cama que porfavor no se la comiera, pues no estaba muy gordita. Finalmente, cuando ya estaba exahusta, se dormiria asi, llorando.
Tabitha se enfermo mucho de tanto llorar en la noche, y sus papas la llevaron al doctor. El doctor no sabia que estaba mal con la niña, pero le sugirio a sus papas que le dieran algunos dias de descanzo en casita sin tener que ir a la escuela y que se quedara en camita todo ese tiempo. Cuando Tabitha escucho esto, empezo a llorar fuertisimo, rogando que no lo hicieran, que no queria estar en la cama tanto tiempo.
Pero sus papas estaban muy preocupados por ella, y decidieron hacer exactamente lo que les dijo el doctor, y no dejarla salir de la cama por tanto tiempo como nececitaba para recuperarse. Y pues la llevaron a su casita, y la pusieron en su camita al mediodia, cuando todavia habia mucho sol. Y Tabitha lloro y lloro, asustada del monstruo bajo la cama.
El primer dia en cama fue terrible para Tabitha. Empezo a escuchar el doble de los ruidos que antes bajo su cama. Pero Tabitha queria mostrarles a sus papas que estaba mejor, y pues lloro contra su almohalda y casi no hiso ruido. Esa noche, Tabitha penso que vio sombras salir de su cama y correr al closet, pero fue tan rapido que realmente no estaba segura si lo vio de verdad o no.
El segundo dia, Tabitha se sintio mucho peor. Casi no durmio la primera noche, y estaba palida. Pero todavia pudo escuchar los ruiditos bajo su cama, rascando y empujando y haciendo pequeños ronquiditos y risitas. Durante la noche, Tabitha no solamente vio sombras moviendose pero tambien vio un par de puntos rojos brillantes que parecian sospechosamente como los ojos de un monstruo.
En el tercer dia, Tabitha estaba tan cansada y atemorizada que se empezo a enojar mucho. Todo el miedo que le tenia al monstruo bajo la cama se empezo a convertir en una mezcla de curiosidad y enojo. Queria ver al monstruo como realmente era para decirle que se fuera a su propia cara. Y pues, esta vez, cuando apagaron las luces, ella decidio no dormirse y mas bien buscar al monstruo bajo la cama ella misma.
Y penso que si el monstruo se la comia, pues nimodo, sus papas sabrian la verdad. Y se sentirian muy culpables por no haberle creido cuando les conto sobre el monstruo bajo la cama.
Esa noche, Tabitha econtro todo su coraje y fuerza y bajo a buscar al monstruo bajo su cama. AL principio, no pudo ver nada, solo una vieja alfombra que nunca habia notado antes. Pero en ese momento, debajo de la alfombra, Tabitha pudo escuchar el alarido mas escalofriante que jamas escucho antes.
Tabitha ahora si estaba atemorizada. Pero su curiosidad era mas grande, y pues, jalo la alfombra para ver que habia abajo de ella. Cuando jalo la alfombra, se desplomo la niña en un gigantesco aujero, y cayo, y cayo, y cayo... en un enorme vacio oscuro, y muy pronto, todo lo que pudo ver de su propio cuarto fue un puntito de luz lejano que se hacia mas y mas pequeño cuando ella seguia cayendo.
Tabitha finalmente aterrizo sobre una superficie enorme y de cuero, y cuando miro para abajo, casi se desmaya del miedo, pues habia atterizado sobre el mas gigantesco, mas horrible monstruo en todo el mundo. Parecia del tamaño de una casa, con dos gigantescos ojos saltones del tamaño de Tabitha misma, y unas grandes manos que parecian arañas, y estaba hecho todo de una sucia piel castaña. Sus dientes eran tan grandes que hicieron a Tabitha pensar en la cerca blanca de madera alrededor de su propia casa.
Pero para la enrome sorpreza de Tabitha, el horrible monstruo no se la comio al instante. En vez, la deposito suavemente en el suelo y con una voz apologetica le dijo:
-Oh, disculpe usted, no queria que me viera, ¡por favor no me convierta en piedra!-
-¿Pero por que he de convertirle en piedra, Señor Monstruo?- respondio ella.
-Pues por que usted es una de esas brujas del mundo exterior, y tiene usted ese terrible hechiso de lagrimas, que ha convertido a tantos de mis hermanos en piedra..- explico el monstruo.
-No soy una bruja, y no puedo convertir a nadie en piedra. Todo lo que se es que quiero regresar a mi cuarto y que usted es un monstruo gigante y horrible.- dijo ella, indignada.
-Cada vez que lloras, tus lagrimas caen en nuestro mundo, y caundo nos tocan, nos convierten en piedra. Por eso algunos de mis hermanos pequeños van a tu mundo a tratar de lograr que no llores.- explico el monstruo tristemente.
-Bueno, en ese caso, te prometo no llorar nunca mas. Pero por favor, llevame a mi cuarto, pues extraño a mis papas.- dijo ella.
Y en cuanto dijo eso, regreso a su cuarto y a su cama, y todo parecia como fue antes.
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